El sabado se realizo durante el lanzamiento del libro "Noches de Baile en el Infierno" un concurso donde se tenia que cambiar el final de la historia de Stephenie Meyer "El Infierno en la Tierra". Se premiaron a Rebeca Biramontes y Vivian Rojas. Gracias a todos los que participaron!!!
Aqui le tenemos el final alternativo de Rebe, que lo disfruten!
- ¿Te encuentras bien? – dijo Gabe quemando con su mirada angelical los ojos de Sheba - ¿Puedes caminar?
- Sí, estoy bien – Sheba estaba totalmente hipnotizada por aquellos ojos celestiales – Gracias – habló con voz baja y un poco irritada – Creo que si estoy en condiciones de ponerme en pie sola – dijo mientras empujaba con su mano suavemente a Gabe.
- Eso es bueno – dijo Gabe más para sí mismo que para Sheba – creo que no nos conocemos, nunca antes te había visto por acá ¿cómo te llamas?
- Sheba… Smith ¿y tú? – dijo cortante.
- Gabriel Michael Christensen – hizo destellar su más atractiva sonrisa, esta chica en particular había captado su total atención y deseaba estar con ella - ¿Te gustaría bailar conmigo? – agregó en su tono más cortés y cálido.
- De acuerdo ¿por qué no? – los oscuros ojos de Sheba no se alejaban de los de Gabe.
Ambos se dirigieron al centro de la pista de baile y comenzaron a moverse al ritmo lento de una canción romántica. Las manos de Gabe se deslizaron suavemente por los brazos de la chica hasta detenerse en sus hombros para luego acercarla un poco más a él.
Sheba estaba totalmente atrapada por la felicidad, sus planes malignos de destrucción del baile habían quedado hechos añicos por ese momento de distracción. Ahora podía ver mientras bailaba como cada una de las parejas en el salón volvían a estar juntas, no era justo todo se había arruinado absolutamente todo por lo que había trabajado esa noche ahora era un espejismo.
En qué situación más estúpida se encontraba, no podía creerlo, como no se había dado cuenta de que Gabe era un semi-ángel estaba tan claro ahora que le costaba trabajo pensar que minutos antes había estado ciega como una novata para no darse cuenta de la presencia de buen Gabe. Como no había visto las señales… los ojos de Gabe era la señal más clara de todas.
- ¿Estás pasando una noche agradable? – preguntó Gabe amablemente.
- Si…. Seguro – suspiró – ahora sí que estoy pasando una buena noche – volvió a suspirar.
Por esa razón todos los que habían tenido contacto con él se encontraban tan felices y no pudieron ser afectados por sus planes maquiavélicos. De seguro Jezebel tenía que ver con esto, ella tenía que haberse percatado de la presencia de Gabe y en un plan para arruinar la noche decidió no decírselo aunque por otro lado cabía la pequeña posibilidad de que Jezebel no se hubiera dado cuenta, eso nunca lo iba a saber.
Ahora que se encontraba en los brazos de Gabe eso ya no importaba más, todo el mal que necesitaba esparcir ya no era lo principal, en los brazos de aquel chico se sentía absurdamente protegida y tranquila incluso sentía felicidad.
Definitivamente tenía que buscar una forma de escaparse de esta antes que fuera irrevocablemente tarde, antes de que comenzara a corromper su razón ese sentimiento que llaman amor.
- ¿Podríamos ir afuera un momento? – susurró en el oído de Gabe con voz suave y aterciopelada – creo que necesito aire fresco.
- Por supuesto – la tomó de la mano y se dirigieron a la salida.
Una vez fuera Sheba planeaba hacerle frente a Gabe y decirle la verdad aunque este no le creyera ni una sola de sus palabras o tal vez si las cosas se daban muy mal podría intentar hacer que alguno de los chicos dentro tratase de matar a Gabe o por lo menos herirlo y así conseguir alejarse de él y de esa mirada que la ataba a permanecer en los brazos del chico.
- ¿Te sientes bien? – preguntó Gabe con ojos preocupados.
- En realidad no – Sheba no se molestó en esconder el desagrado de su voz.
- ¿Qué tienes? – le tomó la mano - si deseas puedo llevarte a tu casa.
- No quiero – retiró su mano de la de Gabe – mira angelito lo único que quiero es que te apartes de mí y me dejes en paz – le lanzó una mirada furibunda al pobre chico confundido – ya bastante tengo con lo que me has hecho esta noche como para que ahora me ates a ti.
- No te comprendo – dijo Gabe en tono suave.
- Tu y yo no podemos estar juntos – dijo arrugando la nariz – es algo totalmente incorrecto.
- ¿Por qué? – preguntó el joven con curiosidad.
- Loa demonios no pueden estar con los hijos de los ángeles es algo anormal – suspiró – estar cerca de tanta bondad y felicidad me hace enfermar.
- ¿Bebiste del ponche verde? Porque creo que algo te está afectando.
- No… - Sheba puso sus ojos en blanco – mira sé que suena a una locura pero es la verdad tu eres un semi-ángel y yo soy un demonio y tu escudo rosa de felicidad está impidiendo que mi trabajo salga bien y eso me pone de muy mal humor. No pretendo que entiendas solo quiero que te largues y dejes de interferir.
- Okey… definitivamente te golpeaste la cabeza al desmayarte y ahora estás alucinando, será mejor que vayamos al médico – dijo Gabe con mirada de extrañeza.
- Mírame bien y comprende – Sheba con un gran esfuerzo hizo que des oídos salieran varias chispas rojas para que Gabe las viera y dejara de pensar que ella estaba loca – lo ves, ningún ser humano puede hacer eso – lo miró directamente sabiendo que quedaría nuevamente hechizada por aquellos ojos bondadosos – No te has preguntado el por qué todos hasta hace unos instantes estaban tan infelices teniendo una de las peores noches de sus vidas… esa era yo manipulándolos a todos en especial a Celeste ella era mi arma más poderosa.
Gabe no daba crédito a lo que estaba escuchando, definitivamente tenía que haber algo que causaba toda aquella miseria, pero era increíble que esa chica lo hiciera… Comenzó a analizar todo y se dio cuenta de que era cierto pero él no le temía y no se sentía desdichado, para Gabe era como si hubiera encontrado a la persona que sería dueña de su corazón pero era evidente que ella no pensaba lo mismo.
- No sé qué decir… - respondió después de unos minutos.
- Que te marcharás ya y dejarás de arruinar la diversión de los demás es una buena idea – dijo Sheba con sarcasmo.
- Creo que eso no es posible.
- Bueno entonces tú me obligaste a hacerlo.
Sheba se acerco a Gabe y de un solo golpe en el abdomen lo tiró en medio de la carretera dejándolo inconsciente y en riesgo de que un auto lo matase.
- De verdad que lo lamento pero me has hecho enojar y tenía que hacer algo al respecto.
Sheba se dio vuelta para entrar de nuevo al edificio pero algo dentro de ella la hizo detenerse y volverse hacia Gabe que yacía en el asfalto pero ahora viéndola fijamente mientras a lo lejos se escuchaba la bocina de un camión de carga pesada que se aproximaba a toda velocidad.
- Oh no… claro que no te ayudaré – dijo Sheba con falsa frialdad mientras Gabe solamente la veía.
- Gracias por la velada no estuvo del todo mal – Gabe dijo en voz alta para que lo pudiera escuchar y le dedicó una de sus radiantes pero tranquilas sonrisas.
En ese instante sin pensarlo dos veces Sheba se lanzó a la carretera y colocó el brazo de Gabe en sus hombros arrastrándolo hacia la acera en donde ambos estarían seguros. Apenas las piernas de Gabe tocaron el borde el camión pasó justo por donde había estado él tan solo un segundo antes.
- ¿Por qué lo hiciste? – preguntó sorprendido – dijiste que no me ayudarías.
- Fue por mirar tus ojos – suspiró resignada – cada vez que un demonio ve ojos como esos no puede evitar cometer buenas acciones, el hecho de que seas un semi-ángel me hace vulnerable a ti, en otras palabras me hace querer estar contigo aunque sea algo retorcido que me causa nauseas.
- Gracias – le susurró amorosamente.
- Ya que… - puso sus ojos en blanco.
- ¿Podrás dejar tus planes malévolos y bailar conmigo una pieza más? – preguntó algo dudoso.
- No tengo opción cuando me hablas y miras así…
Ambos entraron al salón del baile y nuevamente se pusieron a bailar al compás suave de la música rodeados por parejas felizmente abrazadas.
Sheba no quería estar allí quería marcharse a su horrendo hogar en el inframundo pero no podía, menos ahora que Gabe la tenía en sus brazos y que ella le había salvado la vida… lo más seguro era que si regresaba la estuvieran esperando con un castigo terrible por fallar. Ahora qué más daba eso si estaba allí lo menos que podía era tratar de pasar el resto de la noche rápido y en lo posible intentar disfrutar algo de ese horrible evento.
Y por una noche el infierno en la tierra se calmó, mientras el bien y el mal bailaban enlazados un vals de paz mirando en los ojos del otro aquello que planeaban sus corazones.
julio 28, 2009
Final Alternativo "Noches de Baile en el Infierno"
17:52
Twilight Costa Rica
1 comentarios:
Rebeca mil felicidades, buenísimo tu final!!! Genial!!!!
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